Los principios básicos de Mensajes de fe en tiempos difíciles

Los principios básicos de Mensajes de fe en tiempos difíciles

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– Averiguar la ayuda y el apoyo de nuestra comunidad de Certeza para encontrar consuelo y esperanza en momentos de sufrimiento.

La Certidumbre en Dios nos da el valor necesario para no temer al ser humano que puede matar el cuerpo. Debemos estar firmes en nuestra Convicción y dejarlo en dios en Dios, sabiendo que Él tiene el poder sobre nuestra vida y nuestro destino.

Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de paraíso que encierra su herencia entre los santos, y la extraordinaria amplitud del poder con que él obra en nosotros, los creyentes, por la eficacia de su fuerza. Este es el mismo poder.

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Es importante memorar que la obediencia y la amistad a Dios no solo se manifiesta en momentos de paz y tranquilidad, sino todavía en momentos de sufrimiento y persecución. Jesús nos da un ejemplo valentísimo de esto al fallecer en la cruz por nuestros pecados.

Estamos tan comprometidos con la teología de la bondad de Dios que para todos los propósitos prácticos el problema del sufrimiento no parece importarnos. Pero si no es un problema, no requiere Certidumbre. Y sin Confianza es imposible complacer a Sabiduría espiritual en tiempos oscuros Dios. Razón por la cual la experiencia de Job es tan importante. El sufrimiento es Verdadero. Y es un problema.

Esto puede soportar a sentimientos de desistimiento, confusión y dolor. Sin bloqueo, debemos rememorar que nuestra primera adhesión es a Dios y su mensaje de aprecio e inclusión para todos.

“Por tanto, habiendo sido justificados por la Convicción, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Nazareno, por medio de quien igualmente hemos obtenido entrada por la fe a esta Chispa en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la cielo de Dios” (Romanos 5:1-2)

Su sufrimiento y asesinato fueron necesarios para cumplir esta obra redentora, demostrando así su simpatía incondicional por nosotros.

Jesús nos da un ejemplo consumado al fallecer en la cruz por nuestros pecados, mostrando que no temía a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo. Debemos seguir su ejemplo y estar firmes en nuestra Certeza, confiando en Dios para darnos el valía necesario para confrontar cualquier situación.

A veces nos cuesta entregarse en manos en otras personas. Las decepciones de la vida pueden llevarnos a proteger el corazón de forma excesiva.

La esperanza en él nos libera del miedo al futuro y de la incertidumbre. Sabemos que nuestro Dios es bueno, nos conoce y podemos entregarse en manos en que nos dará la fortaleza necesaria para confrontar las dificultades que nos traiga la vida (Nahum 1:7).

Diez ángeles en el gloria retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa pesar. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.

Por otra parte, no alega a la inquietante pregunta de por qué un Dios todopoderoso no interviene y hace algo por toda esa injusticia.